domingo, 3 de noviembre de 2013

¿Por qué aprender jugando?

Si hablamos de métodos efectivos de aprendizaje, sin duda alguna uno de ellos es el juego. Esto es debido a que si añadimos al juego un componente educativo obtenemos una herramienta única e irremplazable de enseñanza-aprendizaje para cualquier persona. ¿A quién no le gusta jugar? Para los niños jugar es una necesidad y los adultos no son tan diferentes en este sentido. Todos llevamos un niño dentro que siempre está deseando salir.
Si buscamos el por qué, es muy sencillo. El juego, para que se considere como tal, debe ser lúdico, debe ser divertido y si aprovechamos éste momento para añadir un dato, una fecha, una multiplicación o una historia, ésta quedará retenida en nuestras mentes. Todo aprendizaje que adquirimos jugando queda fijado en la memoria de manera significativa.
El lema “aprende jugando, juega aprendiendo” deja bien claro que aprender no tiene por qué ser aburrido, muy al contrario, juego y aprendizaje deben ir de la mano.
Los niños que presentan déficit de atención son niños que necesitan una dosis extra de motivación. Y ¿qué puede motivar más que jugar?
Desde mi punto de vista y mi de experiencia en la educación, estoy convencida de que sería posible una enseñanza basada en actividades lúdicas, que permitiera  que, tanto los niños con dificultades en el aprendizaje como los que no las tienen pudieran aprender divirtiéndose y que este aprendizaje no sólo se limitara a la adquisición de unos objetivos sino a generar el deseo de seguir aprendiendo.
CSM

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