domingo, 27 de octubre de 2013

Beneficios de la musicoterapia en niños

Desde hace un tiempo se viene aplicando en los sistemas de cuidados a las gestantes técnicas de relajación y escucha de músicas que orienten en la madre estados emocionales positivos.
En este sentido los estudios demuestran que no solo la madre escucha y reacciona sino también el feto ya está nutriéndose de los estímulos audibles, que van desde la escucha de los latidos cardiacos, los sonidos gástricos, los latidos del corazón, hasta la voz de mamá y las vibraciones que llegan desde el entorno.

Por otro lado se sugiere que se inicie el empleo activo de la música, entre los 3 y 10 años de edad, aprendiendo algún instrumento musical, este intervalo de edades es conocido como puerta neuronal; siendo la etapa en que se facilita el desenvolvimiento de cualidades del hemisferio derecho del cerebro (cerebro analógico) y la creación de un puente efectivo con el izquierdo (cerebro lógico). Asimismo cuando el instrumento empleado hace uso de los dedos (Estos están vinculados a áreas específicos del cerebro izquierdo y derecho), se estimula indirectamente diversas zonas cerebrales.

En esta dirección una de las cualidades más relevantes que estimula el empleo de la terapia musical son las zonas del cerebro asociadas al pensamiento lateral derecho (vinculado al proceso de búsqueda de soluciones, creatividad, integración de información, entre otras y aspectos relacionados al coeficiente emocional).

Por otro lado el niño tendrá una forma de expresar sus emociones, siendo su práctica un factor protector y fortalecedor de su identidad. Es decir la autoexpresión emocional, entre ellas el ejercicio de música (de manera activa o pasiva) es de valor muy especial, ya que los niños son simbólicos y por lo general les es más sencillo expresar sus confusiones y sufrimientos en forma musical u otro tipo de arte, para luego poder asimilarlo y luego pasar a otra fase de carácter verbal donde pueden enfrentar mejor, es decir, entender sus problema o exponerlos de manera más directa.

Entonces existe una manera activa (tocando un instrumento musical) que genera una suerte de auto organización interna (Fisiológica y psicológica) y además existe otra forma pasiva (oyendo la música) que genera un ordenamiento interno de las pulsiones interiores, ayudando a la mente a entrar en sintonía con el presente, autorregulando diversas funciones psicofisiológicas, percibiéndose un estado de mayor armonía y/o conciencia de sí.

Existen algunos estudios que relacionan tipos de instrumentos musicales y personalidades, siendo la recomendación disponer de un número y diversidad de experiencias con distintos instrumentos, en talleres musicales de extensión de conservatorios o escuelas en los que puedan practicar y explorar, hasta decidir cual va a ser el instrumento madre que será de su dedicación inicial o fundamental.

Otros aspectos en los que la musicoterapia ha resultado ser de significativo ayuda son:
  • Dificultades en el aprendizaje.
  • Problemas de conducta.
  • Para niños con necesidades educativas especiales.
  • Dificultades en la socialización.
  • Con trastornos médicos crónicos y/o degenerativos (cardiopatías, problemas de dolor) debido a que estimula la secreción de dopamina.
Y como apoyo y complemento a una enorme variedad de procesos de intervención terapéutica en:
  • Enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
  • Problemas de fármaco dependencia y abuso de sustancias.
  • Daño cerebral debido a enfermedades o traumatismos.
  • Incapacidades físicas debido a enfermedades degenerativas o accidentes.
  • Problemas de dolor agudo o crónico, debido a diversas condiciones (secuelas de accidentes, cáncer, etc.)
  • Personas con enfermedades terminales.
Además existen formas altamente relacionadas, como la integración de la musicoterapia con la danza, dando a luz a significativos procesos de ayuda a la manifestación de potenciales psico genéticos (como la afectividad, la espiritualidad, la creatividad, la vitalidad y sexualidad) en contextos terapéuticos orientados.
Ejercicios de encuentros de persona-persona y de persona-grupo, dramatizaciones, pintura, arcilla individual y trabajo cooperativo con otros niños, son otros tipos de integración que se han sumado, al trabajo de musicoterapia (tomando el estudio serio de la semántica musical para encontrar formas inteligentes de incentivar diversos estados emocionales de carga y descarga emocional) y siempre con el propósito de brindar una activación del poder personal, en su lado creativo, autorregulable y automoldeable, construyendo puentes hacia una continuidad de la conciencia, y en pleno respeto de la naturaleza particular, única y responsable de cada individuo y que al ser autentica se convierte en el camino de regreso a la salud.








CSM 

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