viernes, 11 de octubre de 2013

EMOCIONES DE LA MADRE EN EL BEBÉ....

A pesar de lo difícil que resulta investigar acerca de las emociones en la vida intrauterina, muchos estudios coinciden en que las actitudes y sentimientos de la madre influyen en el desarrollo emocional del feto y por tanto en su personalidad.

 En estudios realizados a bebés intrauterinos se ha descubierto que a partir del cuarto mes de gestación éstos presentan reacciones emocionales muy similares a las de un recién nacido y se menciona que se debe a que en esta etapa es capaz de percibir el cariño y amor que llega desde el exterior.

 Desde la segunda semana después de la concepción hasta el parto, el niño está unido a su madre y al mundo externo a través de la placenta, la cual no solo le proporciona alimento sino que también recepta las emociones de la madre.

 Según el Dr. Verny, estudioso del desarrollo del psiquismo fetal en la etapa prenatal, el bebé tiene en el vientre ?experiencias? y éstas son almacenadas en su memoria y posteriormente se presentan en la vida adulta a manera de ?huellas?. Los bebés, incluso antes de nacer, tienen necesidad de amor que es alimentado por los sentimientos y pensamientos de la madre.

 El estrés o excitación prolongada por parte de la madre afecta la salud física y mental del ser humano en desarrollo, está comprobado que cuando la madre sufre de estrés emocional, el feto se mueve con mayor fuerza y frecuencia a diferencia cuando ésta se encuentra en un buen estado emocional.

 El profesor Peter G. Fedor-Freyberg, de la Universidad de Estocolmo (Conferencia de Marie-André BERTIN, 2001) narra el caso de una recién nacida que desde su nacimiento rechazaba obstinadamente el pecho de su madre, mientras que se abalanzaba sobre el biberón cuando se le presentaba, y se aferraba al pecho de otra mujer mamando vigorosamente.

 Una intuición del profesor le hizo preguntar a la madre si es que de verdad deseaba a su hijo y ella admitió que no, que ella deseaba abortar pero que continuó porque su pareja así lo deseaba. Según Freyberg la niña había percibido el rechazo de su madre y se lo devolvía de la misma manera.

 Este es un ejemplo de cómo los sentimientos negativos de la madre afectan al feto, lo contrario ocurre cuando la madre vivencia estados de felicidad o de bienestar, en este caso lo que comunicará al bebé será tranquilidad y alegría.

 Aquí, el papel del padre es fundamental, los sentimientos y actitudes que ofrezca a la madre y al bebé contribuirán al buen estado emocional de ella y por tanto del bebé. Considerando que en la etapa prenatal, la mujer se encuentra más sensible, es necesario ser cuidadosos con lo que se hace o se dice en relación a ella.

Ahora, no todos los conflictos, angustias o preocupaciones por las que pase la madre afectarán al bebé, sólo aquellas que representen una perturbación para ella y más aún si es constante. Todos pasamos por malos momentos que la mayoría de veces superamos sin dificultad como un mal momento en el trabajo o con la familia, pero existen otras situaciones que nos cuestan superar como por ejemplo: la muerte de un familiar, una separación y  estas influyen negativamente en el bebé.

 En este tipo de situaciones en las que se ve afectado el estado emocional de la madre es recomendable realizar técnicas que favorezcan la relación afectiva tanto entre padres y de ellos con el feto, la haptonomía será ideal porque a través de las caricias favorece el logro de estos objetivos.


 Todo esto nos da a conocer la poderosa fuente de aprendizaje que es la madre y la fuerte relación que existe entre ella y el bebé, por tal motivo será necesario ayudarla a afrontar adecuadamente aquellas situaciones estresantes que puedan afectar el bienestar del bebé.

CSM... 

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